Abstract
Toda fiesta deja su rastro en el cuerpo, en las miradas, en la memoria; concibe encuentros impensados, situaciones ansiadas, polémicas, experiencia(s). Especialmente si se trata de una fiesta de teatro que se multiplica entre la gente y se anima a lo político. Reconocido en nuestro país y en el mundo, el VII Festival Internacional de Teatro Mercosur se realizó este año en Córdoba entre el 2 y el 11 de octubre y sobre él circulan registros de funciones, entrevistas, opiniones diversas. Pero, ¿qué sucede más allá y más acá de las puestas en escena?, ¿cómo se empieza a pensar un evento de tales dimensiones (alrededor de cien funciones, compañías de catorce países de tres continentes, más de cincuenta mil espectadores)?